Si alguien te preguntase por el color de tus ojos estoy segura de que sabrías contestar. Si te preguntasen por el tamaño de tus orejas seguramente también sabrías qué responder. Incluso si alguien te pidiese que señalases dónde se encuentran tus pies o que dijeses el nombre de cada dedo de tu mano.
Ahora bien, ¿qué pasaría si alguien te preguntase cómo es tu vulva? Si alguien te pidiese que señalases cada una de sus partes o indicaras cómo es su textura, ¿sabrías hacerlo? Estamos de acuerdo en que podría parecer una pregunta un poco extraña, pero, piénsalo por un momento. ¿Por qué seguramente sí sabrías contestar a las primeras preguntas, pero no a las últimas? Porque tal vez nunca te hayas parado a observarte. Las personas con vulva no lo tienen tan fácil como las que tienen pene, para conocer la vulva debe hacerse de forma intencionada y con ayuda de un espejo.
Es muy importante que nos conozcamos a nosotras mismas para poder disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. Debemos tener una buena relación con nuestros genitales, saber cómo son, sin juzgarlos, aceptándolos. Conociendo sus formas, texturas e incluso olores. Este conocimiento afectará positivamente a nuestra autoestima sexual ya que es el primer paso para la autoaceptación erótica. Cuanto más los visualicemos y más familiarizados estemos con ellos, mejor será nuestra relación con nuestro propio cuerpo y con la sexualidad.
Quizás nunca se te haya ocurrido pararte a observar tus genitales, así que aquí estoy yo para proponértelo. Busca un lugar cómodo, donde no te interrumpan. Coge un espejo de mano y asegúrate de que hay luz suficiente.
Sé una persona curiosa, explora, busca, toca, siente.
Olvídate de los prejuicios y disfruta de este momento de conexión contigo misma y de autoconocimiento.
Aída Núñez Pastrana
Alumna en prácticas del Máster de Sexología y Terapia de pareja
Graduada en Psicología
Parece que nos han enseñado siempre a tener cuidado con el pecho. Palparlo y reconocerlo para prevenir siempre un posible tumor. Sin embargo no basta con una periódica revisión al ginecólogo. También es necesario observar nuestras partes más íntimas.
Excelente artículo.
Carla Mila
https://carlamila.es