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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s
Foto del escritorSonia García Barbera

¿Cuánto sexo hay que tener para ser feliz?



El título de este artículo es cuanto menos atractivo. Siento deciros desde ya que tal vez no cumpla vuestras expectativas en la búsqueda del número exacto de relaciones sexuales que hay que tener a la semana/mes/año que nos proporcione la ansiada felicidad sexual.

No existe un número ideal de relaciones sexuales que nos garantice la felicidad. De hecho, parece más que no se trata de una cuestión de cantidad, sino de calidad.

Cada persona define su satisfacción sexual teniendo en cuenta factores distintos: frecuencia, calidad, prácticas realizadas, iniciativa, encuentros en solitario, encuentros en pareja y/o en grupo, la importancia que tiene el sexo para cada persona, y así podríamos hacer una lista infinita de factores, tantos como personas habitamos el planeta, y vemos que la frecuencia no es ni por asomo el único factor tenido en cuenta.

“¿A ti te parece normal que sólo tengamos sexo dos o tres veces al mes?”, “¿A que lo normal es tener ganas todos los días?”, “¿Cuántas veces tenemos que acostarnos para sentirnos mejor como en pareja?”. Son preguntas que me hace tanto en la consulta como por redes sociales o correo electrónico. La respuesta sobre qué es normal o no, si ya en sí misma es complicada de responder, imaginemos si encima se refiere al ámbito sexual, íntimo y privado. Será normal lo que cada persona considere que es normal, que no dañe a sí misma ni a otros y que sea algo sano y consentido. En cuanto a la frecuencia sexual podemos aplicar lo mismo: será normal tener el número de relaciones sanas y consentidas, en solitario, en pareja o como se desee, que cada persona considera que, unido a otros factores, repercuten positivamente en su satisfacción sexual.

Por tanto, no se puede dar una respuesta concreta y cerrada a la pregunta que titula este artículo. Dependerá de los deseos y de la importancia que se otorga a todos y cada uno de los factores que influyen en nuestra vivencia sexual. Además, esos deseos no son inamovibles, sino que son algo cambiante que puede variar a lo largo de nuestra vida según las circunstancias.

Creer que existe o debe existir una frecuencia sexual ideal y perfecta que garantiza la felicidad lo único que sí nos garantiza es sentir presiones en el sexo y probablemente una insatisfacción tanto a nivel personal como sexual si esas expectativas no se cumplen.

Si estás leyendo este artículo, tienes pareja sexual y existen discrepancia y diferencias entre vosotros en cuanto a la cantidad de relaciones eróticas o sexuales que tenéis o no tenéis, lo que sí tendréis que tener obligatoriamente es una conversación sobre este tema para que cada uno podáis expresar vuestro punto de vista, cómo os sentís, vuestros deseos y ver cómo juntos podéis encontrar una solución a las discrepancias. Si no sabéis como encontrar la solución, valorad la posibilidad de pedir ayuda profesional. Éste es un motivo de consulta que me encuentro con frecuencia en mi despacho.

Recordad: no existe una cantidad ideal de sexo que nos garantice la felicidad, pues los deseos y necesidades son diferentes en cada persona, pero además la insatisfacción en este tema puede llevarnos a un sentimiento de malestar personal y/o en pareja que puede agravarse si no se gestiona de forma correcta.


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