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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s
Foto del escritorSonia García Barbera

Alorgasmia: fantasea y disfruta



Tal vez habéis experimentado alguna vez la alorgasmia y no sabíais ni cómo se llamaba, o ni tan siquiera que eso tenía nombre.

Alorgasmia, sí con “L” y no anorgasmia (disfunción sexual que implica una incapacidad de alcanzar el orgasmo).

¿Habéis mantenido relaciones sexuales con una pareja mientras que en vuestra mente imaginabais que estabais con otra persona? Si la respuesta es afirmativa, entonces sí habéis experimentado alorgasmia.

Tranquilos, es algo común que no tiene por qué preocupar a priori. La alorgasmia se trata de una fantasía sexual en la que se obtiene excitación fantaseando durante la relación sexual con otra persona que no sea la pareja. Y es aplicable tanto al sexo en pareja (tener sexo con la pareja mientras se fantasea con otra persona) como a la masturbación (masturbarse fantaseando con otra persona que no es la pareja). Las fantasías pueden ser desde con un artista famoso, un deportista o un personaje público hasta con alguien más cotidiano como puede ser un vecino o el camarero del bar donde desayunas cada día.

¿Es perjudicial para las parejas o para la relación de pareja fantasear con otra persona?

No, de hecho existen estudios que indican todo lo contrario: fantasear con otra persona durante las relaciones sexuales puede producir un mayor acercamiento y complicidad entre la pareja.

Además, hay parejas que se sinceran y se cuentan que fantasean con otra persona durante las relaciones sexuales y lo incorporan como un elemento más del encuentro sexual, de modo que es sabido y consensuado. De igual forma, hay personas que prefieren no contárselo a la pareja, y puesto que se trata de fantasías y pensamientos, no pasa absolutamente nada por no contarlo. Las fantasías de cada persona son de ella misma y es libre de contarlo o no si así lo desea.

¿Se puede considerar infidelidad fantasear con otra persona mientras estoy teniendo sexo con mi pareja?

Las fantasías son fantasías, están en nuestra mente, en nuestra imaginación y no son algo real, sino imaginario. Por tanto, no se puede considerar infidelidad fantasear con otra persona que no sea la pareja. Y por supuesto, el hecho de fantasear tampoco supone que se le falte al respeto a la pareja ni que se la quiera menos. Hablamos de fantasía y sexo, sexo y fantasía, dos conceptos que juntos dan mucho más juego que separados.

¿Cuándo debo preocuparme por fantasear con otra persona que no es mi pareja?

Antes decía que la alorgasmia no tiene por qué preocupar a priori, pero tenemos que tener en cuenta tres puntos (seguro que hay más, pero yo me centro en los que habitualmente encuentro en consulta):

- Como sabemos, cualquier cosa en sus extremos no es buena, y si el hecho de fantasear con otra persona que no sea la pareja se convierte en algo que genera preocupación, insatisfacción o incluso que se hace necesario sí o sí para conseguir excitación o placer sexual, entonces habría que plantearse si existe un problema.

- Si la fantasía con otra persona quiere llevarse a la realidad, es decir, si por ejemplo fantaseo que practico sexo con mi vecino y quiero de verdad tener sexo con él o incluso planeo cómo llevarlo a cabo en la realidad, entonces tendré que plantearme qué ocurre para que tenga deseos de realizar una práctica sexual con otra persona fuera de la pareja.

- Si se fantasea con otra persona para buscar la excitación porque el sexo con la pareja resulta desagradable o inapetecible, habrá que ver qué ocurre para que no se sienta deseo sexual hacia la pareja y cómo puede resolverse, si es que se quiere resolver.

Estos tres puntos se refieren a experimentar alorgasmia fuera de control, porque se quiere hacer realidad la fantasía o porque la pareja no resulta excitante. Pero mientras sea sinónimo de diversión y placer, no hay por qué preocuparse. De hecho, animo a todas las personas a introducir la fantasía y la imaginación en sus relaciones sexuales, sea fantaseando con otra persona, con la pareja o con aquello que le produzca excitación y gustito.

Aún así, si alguna persona se ha sentido identificada con alguno de los tres puntos anteriores, o se siente mal o angustiada por fantasear con otras personas que no sean su pareja, debe saber que en el despacho del psicólogo y sexólogo éste es un motivo frecuente de consulta, por tanto, puede acudir a un especialista para valorar lo que le preocupa.

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