¡Ya están los resultados de La Pregunta Curiosa! Esta vez han participado 36 personas (30 mujeres y 6 hombres). ¡Gracias a tod@s!
Los resultados son los siguientes:
Para empezar vemos la mayor participación de mujeres que de hombres. Esto puede ser debido, entre otras cosas, a que los hombres por factores culturales tienden a hablar menos sobre los sentimientos. Además vemos cómo las mujeres han dado variadas respuestas mientras que los hombres se han centrado únicamente en tres.
Ellas han dado respuestas más largas y detalladas, mientras que ellos han dado respuestas más cortas y concretas. Aquí también encontramos diferencias a la hora de expresar sentimientos y hablar sobre un tema como es el amor. A nosotras parece que nos gusta más extendernos y ellos optan más por ir a lo concreto. Esto me recuerda a situaciones en terapia en las que surge la pregunta: “¿Pero tú me quieres?” Sea la respuesta positiva o negativa, las mujeres no suelen encontrar demasiadas dificultades para encontrar las razones que justifiquen su respuesta, mientras que a los hombres sí les cuesta bastante más, tienden a responder “Sí, porque sí” o “No, porque no”. Como decía, ellos culturamente no están educados para hablar de sentimientos, mientras que las mujeres sí lo estamos. Afortunadamente, esto va cambiando.
En general, ¿qué encontramos en el contenido de las respuestas?
Que tanto ellas como ellos coinciden en que las dos razones de mayor peso por las que notan que están enamorados son: 1) el deseo de unión física con la otra persona, de estar físicamente compartiendo espacio con ella; y 2) la atención centrada en la otra persona, en estar pendiente de ella casi constantemente.
También coinciden en considerar que pensar constantemente en la otra persona es una razón por la que uno sabe que está enamorado, aunque dan distinta importancia a este punto.
Las mujeres, a todo esto también añaden otras razones como la idealización, poder actuar sin necesidad de fingir, ser sensible hacia los deseos del otro, hacer cosas por la otra persona con gran motivación y que la aceptación de la realidad de la otra persona (con sus defectos) no es razón para dejar de estar enamorado. Cuando ocurre la aceptación de esa realidad, es cuando se pasa del enamoramiento a lo que se conoce como amor.
Conclusión final:
Los “síntomas” del enamoramiento, aunque cada uno lo viva de forma distinta, tienden a coincidir en la gran parte de las personas. El deseo de unión física, la atención centrada en la otra persona, los pensamientos frecuentes sobre ella y la idealización son las razones que más solemos encontrar, tal y como ha quedado reflejado en este mini-estudio.