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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s
Foto del escritorSonia García Barbera

Mi pareja no quiere tener hijos



La relación de pareja va viento en popa, tenéis planes de futuro común, convivís juntos, estáis casados o tenéis planeado hacerlo algún día... y, de pronto, uno de los dos le plantea al otro con ilusión que quiere tener un hijo. Tal vez nunca habían hablado sobre el tema de la maternidad y la paternidad, o sí, pero ahora se plantea de una forma mucho más firme, como un proyecto no muy a largo plazo.

Ante este planteamiento pueden darse cuatro situaciones:

  • Que el otro también quiera tener hijos en este momento, que coincidan en ese punto en el que quieren ser padres o madres. En este caso cada pareja valora sus posibilidades y empiezan a buscar ese hijo deseado.

  • Que el otro también quiera tener hijos, pero no ahora, se plantea la maternidad o la paternidad más a largo plazo, en este momento no quiere, puede o no está preparado/a. En este caso toca que la pareja dialogue y que finalmente vean a qué acuerdo llegan en este tema: ambos quieren pero se encuentran en momentos diferentes.

  • Que el otro todavía no sepa lo que quiere, no sabe o duda sobre si quiere ser padre o madre. No dice ni que sí ni que no, tal vez nunca se lo ha planteado y esta situación puede generar en la persona que sí quiere sentimientos de angustia (por la incertidumbre), de frustración (al ver que sus planes de paternidad/maternidad tal vez no puedan llevarse a cabo), etc. ¿Qué hacer en este caso? Tienen que hablar sobre el tema, el que no lo tiene claro tiene que decirle al otro qué es lo que le ocurre para dudar, y el que lo tiene claro es mejor que no presione ni de ultimátums para evitar que el otro de un paso tan importante en la vida si no lo tiene realmente claro.

  • Que el otro no quiera tener hijos, ni ahora, ni después, ni nunca. Esta es la situación más desterradora y dolorosa que se encuentra la persona que sí quiere tener hijos cuando lo comparte con su pareja. Aquí el asunto se vuelve un poco enrevesado.

  • Es posible que antes de este momento sí hablaran sobre el tema de tener hijos y que el otro desde el principio haya tenido muy claro que no quería tenerlos pero que la otra persona creyera que con el tiempo cambiaría de opinión, es más, es posible que al principio ninguno de los dos quisiera, y que como ahora uno sí quiere, espere que el otro también cambie de opinión. Pero resulta que no ha cambiado de opinión y no quiere tener hijos, y la otra persona, que ya sabía que su pareja no quería tener hijos, decidió seguir en la relación, con lo cual, no se le puede echar nada en cara, desde el principio fue sincero/a sobre este tema, por lo que tal vez sea buen momento para que la pareja se plantee si tienen las mismas prioridades en la relación.

  • Si, por el contrario, nunca se había tratado el tema o el otro nunca había planteado la posibilidad de que no quiere tener hijos hasta este momento, la persona que sí quiere tener hijos puede considerar el acto del otro como que no quiere comprometerse lo "suficiente" con ella o que no la quiere, lo que pueden ser razones de peso para plantearse si quiere seguir en esa relación. Por su parte, el que no quiere tener hijos también puede sentir que va a perder a la otra persona, puede sentirse presionado, e incluso puede sentirse mal por no sentir ese "instinto paternal/maternal". En esta sociedad, el decir que no quieres tener hijos, no es algo que esté demasiado aceptado, queda todavía mucho camino por recorrer hasta que la decisión de no tener hijos sea vista como una decisión tan válida y libre como es tenerlos.

Sea cual sea la situación de cada pareja, lo importante es que hablen, que se comuniquen sus deseos, sentimientos, miedos,... y que puedan tomar decisiones sin sentir una presión abrumadora que pueda llevarles a tomar una decisión precipitada en un asunto tan delicado como es la maternidad y la paternidad, que es una decisión para toda la vida.

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