El concepto de egoísmo sexual por sí solo puede parecer que tenga connotaciones negativas, pero si le añadimos el adjetivo "positivo", la historia parece que cambia.
Los sexólogos entendemos por egoísmo sexual positivo aquellas conductas sexuales en las que en una relación sexual cada miembro de la pareja busca y se hace responsable de su propio placer. Es decir, cada persona sabe que su propio placer es únicamente responsabilidad de sí misma y actúa en consecuencia, busca su placer sexual.
La finalidad de las relaciones sexuales no es otra que disfrutar, pasarlo bien, y si la persona se olvida de su propio placer por buscar únicamente el placer del otro, difícilmente va a disfrutar. Es decir, si una persona se olvida de sí misma para dar placer al otro, lo esperable es que la sexualidad de esa persona se vea afectada negativamente.
Aquí nos encontramos con el concepto de "altruismo sexual". Las personas sexualmente altruistas son aquellas que su objetivo principal es que su pareja disfrute, sin preocuparse ni buscar su propio placer, y sin pararse a pensar en las consecuencias negativas que esta conducta puede tener para sí misma y la vivencia de su sexualidad en pareja.
¿Qué factores pueden hacer que una persona sea altruista en el plano sexual llegando incluso a olvidarse de su propio placer?
Experiencia sexual. Cuanto más inexpertos/as sexualmente, más tenderemos a buscar el disfrute sexual de la otra persona, olvidándonos de nosotros mismos. Esto se magnifica cuando además nuestro/a compañero/a sexual tiene (o cuenta que tiene) mucha experiencia sexual, ya que tendemos a buscar su placer para que no se de cuenta de nuestra inexperiencia: "Si no disfruta, creerá que no lo hago bien y dejaré de gustarle", "Tengo que quedar bien".
Importancia de la pareja. Si nuestro/a compañero/a sexual nos parece que es una persona con multitud de cualidades positivas, que merece la pena, es posible querer ser complacientes con esa persona, incluso también en el área sexual y olvidarnos de nosotros/as mismos/as: "Se porta tan bien conmigo que quiero que disfrute".
Inseguridad. Hay personas que necesitan que los otros les den su reconocimiento y aprobación para sentirse seguras de sí mismas, extendiendo esto al área sexual. Buscan el placer de la otra persona para lograr su reconocimiento, para que no descubra esa inseguridad o incluso para evitar el abandono: "Si le hago disfrutar lo va a agradecer", "Si le hago disfrutar, no me abandonará, se quedará conmigo".
¿Qué hacer entonces para disfrutar del sexo en pareja?
Lo importante será actuar bajo la norma del egoísmo sexual positivo: "Yo soy el/la responsable de mi sexo y mi placer y por ello soy el/la encargado/a de buscarlo", teniendo siempre en cuenta las necesidades y gustos de la otra persona, respetando siempre al otro. Cada miembro de la pareja tiene que actuar desde el egoísmo sexual positivo, de manera que "usa" a la otra persona en cierta medida para lograr su propio placer, siempre desde el respeto.
Importante: Para poner en marcha el egoísmo sexual positivo antes tienes que conocer qué te gusta o necesitas para conseguir placer, por tanto, si todavía no lo sabes, ahora es buen momento para empezar a descubrirlo... Toca y acaricia las distintas partes de tu cuerpo mientras te concentras en las sensaciones que te aportan... ¡Explora y conócete a ti mismo/a!