La hipocondría es una afección que se caracteriza por la preocupación y el miedo que siente la persona a padecer una enfermedad o por estar convencido de que tiene una enfermedad grave. Puede definirse como la actitud que la persona toma ante la enfermedad y afecta tanto a hombres como a mujeres. La persona hipocondríaca está constantemente interpretando cualquier sensación física, por mínima que sea, analizándola como una señal inequívoca de enfermedad. Estas sensaciones físicas o corporales pueden ser, entre otras, latidos del corazón, tos, lunares, rojeces en la piel y pequeñas heridas, y son interpretadas de forma catastrófica, llegando incluso a pensamientos del tipo "¿Me estaré muriendo?". Es esta interpretación catastrófica el mecanismo que desencadena la hipocondría. Es decir, depende de cómo la persona interpreta sus sensaciones corporales, puede acabar adoptando una postura hipocondríaca o no.
No se debe confundir la hipocondría con el trastorno de somatización. En la hipocondría no existen síntomas físicos, no son síntomas reales, sino meras interpretaciones de sensaciones corporales normales. En el caso de la somatización sí existen síntomas reales, sí hay dolor físico, aunque la causa sea psicológica.
Síntomas de la hipocondría:
La persona hipocondríaca:
Es incapaz de controlar sus miedos y preocupaciones.
Atención exagerada a las sensaciones corporales.
Interpreta cada sensación corporal como un síntoma claro de enfermedad.
Acude de forma frecuente al médico y tras realizarse las pruebas pertinentes no se encuentra nada fuera de lo normal.
Tras los descartes médicos sienten alivio, pero al poco tiempo vuelven las preocupaciones.
Buscan apoyo en la familia y amigos. Incluso es posible que su entorno familiar favorezca la interpretación catastrófica de las sensaciones corporales si se trata de un entorno familiar en el que otras personas padecen esta afección.
Pasa mucho tiempo hablando de los "síntomas" y la enfermedad.
Busca información exhaustiva que puede explicar las sensaciones que sufre, por ejemplo, en internet.
Examinan su propio cuerpo con frecuencia (temperatura, tensión arterial, pulsaciones).
Tratamiento de la hipocondría:
La hipocondría es tratada normalmente por un psicólogo con experiencia en el tratamiento de este trastorno, y la colaboración del entorno familiar será importante.
En la terapia cognitivo-conductual el tratamiento se basa fundamentalmente en perder el miedo a la enfermedad y a la muerte. Este objetivo se logra planteando unas tareas y prohibiciones (como la de no acudir más al médico), haciendo una terapia de exposición a las sensaciones corporales (logrando interpretarlas de forma correcta) y finalmente se trabaja para que la persona sea capaz de hacer frente a otras situaciones problemáticas que pueden aparecer en su vida, de manera que se intenta evitar que la persona vuelva a estados de angustia que le hagan recaer en sus problemas de hipocondría.
"Si cambias el modo en que miras las cosas,
las cosas que miras cambian".
~Wayne Dyer~