En la actualidad, el culto al cuerpo y a la belleza supone que muchas personas centren su vida alrededor de su apariencia física e intenten conseguir ese cuerpo que consideran "perfecto" (establecido por unos cánones de belleza donde prima el photoshop) y hagan todo lo posible por alcanzarlo. Se obsesionan con su estado físico y pueden alterar gravemente sus hábitos de alimentación y/o someterse a un duro entrenamiento físico. Aquí podemos encontrarnos con trastornos de alimentación, entre ellos la vigorexia.
La vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria en la que la persona tiene una visión distorsionada de su cuerpo y se siente físicamente débil y con una masa muscular insuficiente. Por ello realizan ejercicio físico exagerado de forma continuada, descuidando el resto de áreas de su vida (familiar, de pareja, social, académico, laboral, etc.), ya que dedican todo su tiempo a la actividad física. Además suman el ejercicio físico a una estricta dieta basada en la ingesta de gran cantidad de proteínas e hidratos de carbono. También es posible en algunos casos que consuman esteroides anabolizantes para aumentar la masa muscular, sin atender a los efectos secundarios de estas sustancias como pueden ser impotencia, caída del cabello, cambios de humor o problemas cardíacos, entre otros.
Normalmente este trastorno lo sufren mayoritariamente varones con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años.
¿Cuáles son las causas de la vigorexia?
Las causas pueden relacionarse con:
Problemas fisiológicos: relacionados con trastornos hormonales.
Problemas psicoemocionales: relacionados con factores sociales, educativos y culturales que hacen que la persona se obsesione con la apariencia física.
¿Qué síntomas se presentan en la vigorexia?
Obsesión por el culto al cuerpo.
Baja autoestima.
Control del peso: se pesan constantemente.
Entrenamiento físico duro y constante.
Distorsión de la imagen corporal.
Se miran constantemente al espejo: se ven débiles físicamente.
Siguen dietas estrictas: alta ingesta de proteínas y carbohidratos y baja o nula ingesta de grasas.
Toman sustancias como esteroides anabolizantes para aumentar su masa corporal.
Cuerpo desproporcionado.
Aislamiento social.
¿Qué consecuencias tiene la vigorexia?
El exceso de ejercicio físico, la dieta estricta y el uso de sustancias anabolizantes generan una serie de problemas y lesiones:
Disfunción eréctil.
Atrofia testicular.
Problemas cardíacos.
Acné.
Cáncer de próstata.
Lesiones hepáticas.
Alteración del ciclo menstrual en las mujeres.
Problemas en huesos, músculos y articulaciones (esguinces, desgarros).
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Generalmente la persona que sufre vigorexia no es consciente de ello, por lo que es fundamental que reconozca que tiene un problema y que quiera pedir ayuda para superarlo. El tratamiento más adecuado consiste en una combinación de tratamiento psicológico, nutricional y farmacológico, este último se llevará a cabo si es necesario (debido a las lesiones causadas por el ejercicio y los problemas derivados de la dieta). Los objetivos serán modificar su conducta, modificar la percepción distorsionada del propio cuerpo, establecer hábitos de alimentación adecuados y saludables y recuperar el resto de áreas de la vida que se han deteriorado a causa del problema.
Nota final: es importante para tener una vida sana física y mental, una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y disfrutar de las relaciones familiares y sociales y también del tiempo libre.
¡Disfruta de la vida, no te hagas su esclavo/a!