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El Blog de Sonia García

Psicología y Sexología para tod@s
Foto del escritorSonia García Barbera

Disfunción eréctil: ¿Por qué a mí?



La disfunción eréctil se define como "la incapacidad para conseguir o mantener una erección con la suficiente rigidez como para llevar a cabo relaciones sexuales satisfactorias". Cuando esto ocurre, el hombre durante la actividad sexual centra toda su atención en si consigue o no la erección, lo que le lleva a un estado de ansiedad absolutamente incompatible con dejarse llevar y disfrutar del sexo.

La disfunción eréctil es el trastorno sexual más frecuente en los hombres que acuden a consulta. Se estima que solo un 15% se debe a causas físicas y que el 85% restante se debe a causas psicológicas, lo que indica que puede ser tratado mediante terapia psicólogica y sexual. En los casos que se deben a causas físicas, lo recomendable es combinar el tratamiento médico con el tratamiento psicológico y sexual.

Este trastorno sexual afecta tanto al hombre que lo padece como a su pareja. Por un lado, al hombre porque le impide el disfrute sexual y por otro, a su pareja porque suelen encontrarse confusas ante la situación, pues por ejemplo pueden pensar que ya no resultan atractivas para su pareja o que éste no las quiere, y debido a esto aparecen en el hombre sentimientos de culpabilidad por no satisfacer a su pareja sexualmente. Se entra así en una dinámica peligrosa que agrava la situación.

En las disfunciones sexuales en general, y en la disfunción eréctil en particular, hay que conocer la influencia que tienen los pensamientos en los sentimientos, y a la vez cómo éstos influyen en el comportamiento. En este caso, cómo los pensamientos acerca del funcionamiento sexual hacen que el hombre sienta determinadas emociones, y cómo esas emociones afectan directamente a su modo de comportarse.

Centrándonos en los pensamientos, encontramos que frecuentemente en los hombres con disfunción eréctil se dan los siguientes:

- Ansiedad y preocupación excesiva ante el rendimiento.

- Miedo al fracaso.

- Culpabilidad asociada al disfrute sexual.

- Anticipar que no se conseguirá la erección.

- Recuerdo de episodios donde no se consiguió la erección.

- Problemas de pareja.

Es importante destacar que una educación sexual inadecuada ejerce gran influencia sobre estos pensamientos, es decir, favorecen su aparición, y la aparición de estos pensamientos genera en el hombre una respuesta de ansiedad que inhibe la respuesta de erección.

Por ello, en terapia se trabaja con el objetivo de vivir una sexualidad sin presiones, donde la eduación sexual tendrá un gran peso, así como aprender a detectar otros signos de excitación sexual en el hombre más allá de la erección, como puede ser la aceleración del ritmo cardíaco. Se trabajará con técnicas sexuales y técnicas de relajación y estimulación, tanto con el hombre como con su pareja, si tiene y si está dispuesta a colaborar. Una vez superado el problema, y como fase del tratamiento, se prepara tanto al hombre como a la pareja para que aprendan a controlar posibles recaídas, para que sepan reaccionar de un modo adecuado y normalizar la pérdida de erección sin que eso signifique volver al problema.

En definitiva, la disfunción eréctil es un trastorno sexual muy frecuente entre la población masculina, y con ayuda profesional puede comprenderse y superarse.

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